Si alguna vez te has sentido como si fueras uno más del montón en LinkedIn, no estás solo. Pero, vamos a ser sinceros: con más de 900 millones de usuarios en la plataforma, si tu perfil no dice algo que te haga destacar, es como si estuvieras gritando en una habitación llena de gente… todos hablando al mismo tiempo. (Y spoiler: nadie te va a escuchar si sigues diciendo lo mismo que el de al lado).
La clave para dejar de sonar genérico es descubrir tu propuesta única de valor (PUV). Ese algo que te hace tan especial que tus colegas dirán: «Ah, claro, fulano es EL experto en esto». Pero, ¿cómo llegamos a definir esa PUV de forma clara y sin caer en clichés? Aquí te lo cuento, paso a paso, para que termines este artículo y corras a optimizar tu perfil.
Paso 1: Pregúntate, ¿qué te diferencia de los demás (aparte de tu excelente sentido del humor)?
Sabemos que tienes una trayectoria impresionante, pero el truco está en identificar qué es lo que haces de manera diferente o mejor que los demás en tu campo. A veces, la clave está en un enfoque que crees que todos tienen, pero en realidad, eres el único que lo aplica de esa manera.
Por ejemplo, en lugar de decir que eres «experto en gestión de equipos», piensa en qué hacen tus equipos bajo tu liderazgo que otros no consiguen. ¿Tienen una rotación casi inexistente? ¿Implementaste algún sistema innovador para resolver problemas? Ahí está tu diferencial.
Una buena técnica para descubrir esto es la regla de los 5 porqués: hazte una pregunta y sigue preguntándote «¿por qué?» hasta que llegues a la raíz de lo que realmente te distingue. Y no, la respuesta no puede ser «porque sí». No te hagas trampas.
Un ejemplo práctico:
En vez de describirte como «CEO de una consultora», ¿por qué no algo como: «Transformo equipos estancados en motores de crecimiento ágil, combinando datos y liderazgo emocional»?
Paso 2: Habla con tus clientes (sí, ellos saben cosas que tú no sabes)
Lo que tú piensas que te hace especial puede no ser lo que tus clientes o colegas valoran más de ti. Así que no dudes en preguntarles. Y no lo hagas de manera vaga, como: «Oye, ¿qué te gusta de trabajar conmigo?». Eso te llevará a respuestas poco útiles como: «Eres muy simpático». (Que, ojo, está bien, pero no es lo que buscamos ahora).
Más bien, pregúntales cosas como:
- «¿Qué problemas concretos resolvimos juntos que nadie más podía resolver?»
- «¿Cómo ha cambiado tu negocio gracias a mi enfoque?»
Esta retroalimentación te ayudará a entender cómo te perciben los demás y qué es lo que realmente valoran de ti. Y lo mejor: podrás traducir esa información en un mensaje poderoso para tu perfil de LinkedIn.
Paso 3: Hazlo simple, pero memorable (y no, no es contradictorio)
Piensa en algunas de las marcas más fuertes del mundo. Apple no te vende un teléfono, te vende «pensar diferente». ¿Nike? «Just do it». Ninguno de estos es un discurso complicado, pero sí son poderosos.
Tu propuesta de valor en LinkedIn debería ser así. Algo simple, que se pueda recordar, pero que capture tu esencia. Y por favor, evita frases como «apasionado por la innovación». Eso no dice nada y lo hemos leído mil veces.
Hazlo más humano. Algo del estilo de:
- «Llevo 10 años ayudando a empresas a reducir costes operativos mientras mantengo la felicidad de sus empleados por las nubes».
- O quizás: «Ayudo a líderes a que sus equipos disfruten de ir a trabajar los lunes (sí, es posible)».
Paso 4: Ajusta tu PUV en función de tu audiencia
No todo el mundo está interesado en lo mismo. Los reclutadores buscan algo diferente que los inversores, y los clientes valoran otro tipo de habilidades. Adapta tu propuesta según quién esté leyendo. LinkedIn te permite configurar diferentes secciones en tu perfil, así que aprovéchalo.
Por ejemplo, si hablas con reclutadores, podrías decir algo como:
- «Director de operaciones con una década optimizando cadenas de suministro y reduciendo ineficiencias en un 20%».
Pero si tu objetivo es atraer clientes:
- «Ayudo a empresas a mejorar sus procesos logísticos, maximizando beneficios sin comprometer la calidad».
Paso 5: Sé consistente (en LinkedIn y fuera de LinkedIn)
Tu propuesta de valor debe resonar en todo lo que hagas: desde las publicaciones que compartes, hasta las interacciones que tengas en la plataforma. Si dices que eres un experto en liderar equipos ágiles, ¡demuéstralo! Publica sobre ese tema, comparte experiencias y haz que tu perfil sea un reflejo de esa realidad.
Como dice el autor Simon Sinek en su libro «Start with Why»: «La gente no compra lo que haces, compra por qué lo haces». Y LinkedIn no es diferente. Tu propuesta de valor debe conectar emocionalmente, porque el «por qué» detrás de lo que haces es lo que te separa del resto.
No esperes más para destacar
Descubrir tu propuesta única de valor en LinkedIn no es una ciencia exacta, pero es un ejercicio esencial. No te conformes con sonar igual que todos los demás. Encuentra ese algo que te hace único y ¡muéstraselo al mundo! Ya tienes lo que necesitas para empezar. Solo te falta afinar esos detalles, lanzarte a escribir, y claro, ¡empezar a publicar!